El estudio revela que las inclusiones de tiburones y rayas en CITES han impulsado una mejor gestión del comercio y la pesca a un ritmo y escala nunca antes vistos.
Sin embargo, la implementación desigual de las protecciones de CITES resalta la urgente necesidad de seguir invirtiendo en capacidad y en la aplicación efectiva de la normativa.

NEW YORK, EE.UU. | JULIO 03, 2025.
Un nuevo estudio global liderado por la Universidad Internacional de Florida (FIU), Wildlife Conservation Society (WCS) y sus socios, revela un fuerte avance en la conservación mediante la implementación de protecciones internacionales al comercio de tiburones y rayas bajo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), e identifica áreas que necesitan mejoras para salvaguardar el futuro de las especies de tiburones y rayas más amenazadas.
El nuevo estudio, publicado en la revista Marine Policy, concluye que las inclusiones de tiburones y rayas en CITES han impulsado una mejor gestión global de estas especies a una escala y ritmo que antes no existían, especialmente en regiones biodiversas como los trópicos globales. Casi la mitad (48%) de las Partes de CITES han realizado reformas regulatorias para implementar las inclusiones a nivel nacional, que van desde prohibiciones completas sobre la captura y comercio de todas las especies de tiburones y rayas, hasta protecciones nacionales específicas por especie, y controles más matizados como cuotas basadas en la ciencia.
No obstante, persisten desafíos. Las rayas mobula, incluidas en el Apéndice II de CITES en 2016, continúan siendo ampliamente comercializadas por sus placas branquiales, frecuentemente de manera insostenible. El estudio encontró que muchos países exportadores de productos de mobula aún carecen de las evaluaciones científicas necesarias exigidas por CITES, lo que genera preocupación sobre la sostenibilidad. Y aunque los tiburones ballena —el pez más grande del mundo— tienen protecciones más fuertes debido a sus inclusiones tempranas y su estatus icónico, todavía existen vacíos en el monitoreo del comercio vivo y la captura para acuarios en algunos países.
El estudio llega en un momento crítico para la conservación oceánica, con tiburones y rayas entre los grupos de vertebrados más amenazados del planeta debido a la sobrepesca, la captura ilegal y el comercio mal regulado. El tiburón sedoso oceánico es una de las especies de tiburones más protegidas a nivel global y regulada nacionalmente en más de 31 países alrededor del mundo. Sin embargo, las aletas de alto valor de esta especie aún se comercian ilegalmente y en niveles insostenibles. El tiburón sedoso oceánico, el tiburón ballena y las rayas mobulid han sido propuestos para una mayor protección mediante su inclusión en el Apéndice I de CITES en la próxima Conferencia de las Partes (CoP20) de CITES, que se realizará en noviembre de 2025.
“La buena noticia es que sabemos qué pasos seguir a partir de ahora”, dijo Luke Warwick, Director de Conservación de Tiburones y Rayas en WCS. “Este estudio demuestra que las inclusiones de tiburones y rayas en CITES han generado un impulso genuino, y con el apoyo adecuado, podemos asegurar que estas reglas internacionales se traduzcan en medidas efectivas a nivel nacional para proteger adecuadamente a algunas de las especies oceánicas más icónicas y en peligro.”
“Este estudio muestra el poderoso impacto que las inclusiones en CITES pueden tener para impulsar mejores acciones nacionales de conservación”, comentó el Dr. Mark Bond, autor principal y profesor asistente de investigación en el Instituto del Medio Ambiente de FIU. “Sin embargo, queda mucho por hacer, y las inclusiones de tiburones y rayas en CITES solo evitarán extinciones si los países asumen la responsabilidad y priorizan la mejora en la regulación de la pesca, el cumplimiento y la aplicación, junto con un monitoreo robusto, y abordan las brechas identificadas en este estudio. Los tiburones y las rayas no respetan fronteras políticas, por lo que los esfuerzos globales y la cooperación regional a la escala que CITES puede ofrecer son críticos para su supervivencia.”
“Estos hallazgos se presentan en medio de una creciente preocupación porque el comercio sigue impulsando a muchos de los antiguos depredadores oceánicos hacia la extinción”, agregó Lee Crockett, Director Ejecutivo del Fondo para la Conservación de Tiburones. “La ciencia reciente muestra que el 37 por ciento de todas las especies de tiburones y rayas están amenazadas, cifra que supera el 70 por ciento para aquellas comúnmente encontradas en el comercio internacional. Con poblaciones de tiburones pelágicos disminuidas en más del 70 por ciento en los últimos cincuenta años, y con tiburones de arrecife funcionalmente extintos en uno de cada cinco arrecifes de coral estudiados, el punto de quiebre está cerca.”

Para evaluar el progreso global, los investigadores analizaron la implementación nacional en 183 Partes de CITES, evaluando cómo cada país aplica las reglas de CITES para tiburones y rayas. Los resultados revelaron una gran brecha en la implementación. Los datos mostraron que Indonesia, uno de los mayores exportadores de productos de tiburón, ha realizado fuertes inversiones en herramientas de identificación de especies y en marcos regulatorios. Mozambique también se ha destacado como líder, implementando legislación nacional, mejorando la capacidad de aplicación y tomando pasos concretos para reducir el comercio ilegal.
De manera similar, Gabón ha demostrado una fuerte voluntad política y reformas legales, alineando sus leyes nacionales con las obligaciones de CITES y mejorando los esfuerzos de monitoreo. En contraste, varios países —incluidos México, Mauritania, Namibia, Omán y Trinidad y Tobago— enfrentan desafíos persistentes en la aplicación y trazabilidad, a pesar de contar con compromisos formales con CITES.
Los hallazgos también apuntan a pasos críticos a seguir: ampliar las herramientas de identificación de especies en los puertos, aumentar la capacitación para oficiales de aduanas, mejorar la recopilación de datos sobre volúmenes y fuentes de comercio, y fomentar la colaboración transfronteriza entre agencias de pesca y vida silvestre. Dado que más del 90% del comercio de aletas de tiburón y todo el comercio de placas branquiales están regulados ahora bajo CITES, los expertos enfatizan que los gobiernos no solo deben hacer cumplir las inclusiones existentes, sino también ampliar los controles para cubrir productos pasados por alto, como el aceite y la carne de tiburón.
Este trabajo fue generosamente apoyado por el Fondo para la Conservación de Tiburones y la Universidad Internacional de Florida. Se basa en años de colaboración entre WCS, agencias gubernamentales, instituciones académicas y ONG que trabajan para fortalecer la gobernanza del comercio de fauna marina.
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