El gobierno federal de Nigeria, apoyado por Wildlife Conservation Society y la organización Elephant Protection Initiative, han adoptado un Plan de Acción Nacional para el Elefante (PANE) que fue presentado en el marco de las celebraciones por el Día Internacional del Elefante, con el fin de proteger a los 400 paquidermos que quedan en el país.
CALABAR, NIGERIA | AGOSTO 16, 2024
A medida que la población de elefantes de Nigeria se acerca al umbral de supervivencia, el gobierno federal, apoyado por Wildlife Conservation Society y Elephant Protection Initiative, ha adoptado un plan para proteger a los 400 paquidermos que quedan en el país.
Aunque la población de elefantes ha disminuido en un 99%, Nigeria se ha convertido en el principal punto de salida de productos de la fauna silvestre de África, con casi una cuarta parte del marfil incautado en el mundo embarcado a través de puertos nigerianos. El país mantiene actualmente una población de 300-400 elefantes, de los cuales 200-300 son elefantes de bosque (Loxodonta cyclotis) y 100 elefantes de sabana (Loxodonta africana).
“Se trata de una situación desesperada, pero no desesperanzada”, escribe John E. Scanlon, Director Ejecutivo de Elephant Protection Initiative Foundation, en el prefacio del Plan de Acción Nacional para el Elefante (PANE), presentado este martes 13 de agosto de 2024, en el marco de las celebraciones del Día Internacional del Elefante.
El plan decenal detalla la situación actual y ofrece un marco urgente para la conservación a largo plazo de los elefantes. Su principal autor, el director nacional de WCS Nigeria, Andrew Dunn, comenta: “es esencial comprender que se trata de una iniciativa de última oportunidad, con efectos irreversibles si el plan no logra sus objetivos, por eso es un plan operativo, con objetivos claros y una reserva de fondos”.
El PANE establece ocho objetivos para el Gobierno y las partes interesadas en la conservación:
- Reducir la matanza ilegal de elefantes para 2027
- Reducir el comercio ilegal en un 50% para 2028
- Mantener el hábitat y la conectividad mediante la planificación participativa del uso de la tierra
- Reducir los niveles de conflicto entre humanos y elefantes a cero matanzas en represalia para 2034
- Mejorar el conocimiento científico y la comprensión de las poblaciones de elefantes
- Fortalecer la cooperación con los países vecinos
- Mejorar los beneficios económicos compartidos por la comunidad generados por el turismo
- Aumentar la conciencia sobre la importancia de la conservación de los elefantes entre los actores gubernamentales y de la sociedad civil
Principalmente amenazados por la caza furtiva para obtener su marfil, los elefantes también son víctimas de la destrucción de su hábitat, con una tasa de deforestación del 3,5% anual en Nigeria. Los conflictos entre humanos y elefantes también van en aumento, vinculados al saqueo de cultivos, lo que provoca la matanza de elefantes en represalia.
El objetivo del PANE es reducir urgentemente la matanza ilegal de elefantes y el comercio de sus productos. “Esto beneficiará a la conservación en la propia Nigeria, pero también repercutirá positivamente en la biodiversidad de África occidental y central, dada la importancia del país como centro de exportación para el tráfico ilícito de fauna silvestre”, escribe John E. Scanlon. Considerados a menudo como ingenieros de ecosistemas por su impacto crucial en su entorno (dispersión de semillas, creación de salinas, limpieza de caminos), los elefantes son una especie paraguas, cuya supervivencia beneficiaría a muchas otras.
El PANE subraya también el papel crucial de la planificación participativa del uso de la tierra a nivel local para mitigar los conflictos entre el hombre y el elefante, al tiempo que insta a mejorar el estatuto jurídico de las pequeñas zonas protegidas para protegerlas de la tala y la agricultura ilegales.
“El PANE proporciona una plataforma para la sinergia entre las leyes federales y estatales vigentes sobre fauna y flora silvestres en Nigeria, así como ayuda para la aplicación de estas leyes”, comentó Balarabe Abbas Lawal, Ministro Federal de Medio Ambiente, destacando el refuerzo de las leyes sobre fauna y flora silvestres como una prioridad clave para el gobierno nigeriano.
El PANE incluye un plan de ejecución quinquenal, que se actualizará anualmente, con un coste total estimado de 30 millones de dólares, de los que ya se han conseguido 7,3 millones.
Siete de las diez poblaciones de elefantes conocidas en Nigeria cuentan con 50 individuos o menos y están en grave peligro de extinción. Todas las poblaciones pequeñas están disminuyendo y sólo una población de elefantes supera los 100 ejemplares, número generalmente considerado mínimo para la viabilidad de la población.
“Salvar a los últimos elefantes de Nigeria requerirá algo más que fondos; requerirá un cambio significativo de actitud a todos los niveles y un cambio de paradigma por parte de los gobiernos federal y estatales hacia la comprensión de que el bienestar humano y la salud global están inextricablemente ligados a la pérdida de biodiversidad y al cambio climático”, afirma Andrew Dunn.
Aunque queda un gran reto por delante, el compromiso a largo plazo de WCS en Nigeria ofrece un modelo de éxito. Se estima que entre 10 y 20 elefantes eran cazados furtivamente cada año antes de la intervención de WCS en la Reserva de Caza de Yankari. Desde 2015, no se ha perdido ningún elefante por la caza furtiva de marfil.
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