Una investigación publicada recientemente en la revista PLOS Sustainability and Transformation muestra que las probabilidades de supervivencia de los elefantes de mayor edad disminuirán notablemente debido al cambio climático, lo que no sólo reducirá drásticamente la capacidad general de la especie para acoplarse a las condiciones cambiantes del clima, sino que provocará también un efecto dominó en todo el paisaje circundante.
BRONX, NEW YORK | ENERO 31, 2024
Un equipo de investigadores de la Universidad de Massachusetts Amherst y la Wildlife Conservation Society (WCS), ha llevado a cabo una investigación pionera sobre cómo afecta el cambio climático a los elefantes africanos. El trabajo, publicado recientemente en PLOS Sustainability and Transformation, muestra que las probabilidades de supervivencia de los elefantes de mayor edad disminuirán notablemente, lo que no sólo reducirá drásticamente la capacidad general de la especie para acoplarse a las condiciones cambiantes del clima, sino que provocará un efecto dominó en todo el paisaje circundante. El equipo también ha modelado posibles escenarios de mitigación, que WCS ya está implementando.
El Gran Paisaje Virunga (GVL) de África es un área de 15.700 kilómetros cuadrados de sabanas, montañas y lagos en Uganda, Ruanda y la República Democrática del Congo. Alberga los mayores animales terrestres de África, con siete parques nacionales, tres reservas de bosques tropicales de altura y tres reservas de vida salvaje, tres de ellas patrimonio de la humanidad, que cubren el 88% de la superficie. También alberga una población de elefantes africanos cuyo número ha descendido tan vertiginosamente en el último siglo que la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza los considera en peligro crítico.
Los elefantes desempeñan un papel clave en la modificación y el mantenimiento de sus paisajes al dispersar las semillas de las plantas de las que se alimentan, talar árboles y enriquecer la fertilidad del suelo con sus excrementos. También desempeñan un papel importante en muchas culturas africanas.
Hasta la fecha, pocos estudios se han centrado en la dinámica del medio ambiente, el cambio climático, la demografía de los elefantes y cómo influye el hábitat cambiante en los elefantes durante largos periodos. Para tener una idea más clara de cómo podría ser el futuro de los elefantes y qué podemos hacer para garantizar mejor su supervivencia, el autor principal Simon Nampindo, que completó esta investigación como parte de su doctorado en conservación medioambiental para UMass Amherst y que ahora es director de país para WCS Uganda, y Timothy Randhir, profesor de conservación medioambiental en UMass Amherst, construyeron un modelo dinámico de sistemas. "Este modelo", explica Nampindo, "puede analizar todas las dinámicas medioambientales y de población de un sistema. Por primera vez, podemos tener una visión completa de cómo será el futuro de los elefantes africanos ante el cambio climático."
Nampindo y Randhir construyeron su modelo a partir de datos sobre el número de elefantes, cambios históricos en el paisaje y diferentes escenarios futuros de cambio climático que representaban un calentamiento de 1,6º, 2,8º y 4,3º Celsius en los próximos 80 años. Por último, trazaron el efecto que tendría cada uno de los escenarios climáticos en cinco grupos de edad de los elefantes: menos de 10 años, de 11 a 30, de 31 a 40, de 41 a 50 y más de 50 años, porque, como dice Randhir "cualquier impacto en una clase de edad tiene un efecto comunitario en toda la población".
"Hemos descubierto que los elefantes más viejos se verán masivamente afectados por el calentamiento en todos los escenarios", afirma Nampindo. "Los elefantes son matriarcales: sus líderes son los individuos más viejos, y las manadas dependen de su sabiduría, larga memoria y habilidad para burlar a las presas. Si se pierden debido al cambio climático, causarán estragos en las manadas más jóvenes que sobrevivan, además de cambiar los perfiles genéticos y las estructuras de la manada. También habrá efectos dominó en el Gran Paisaje Virunga".
"Pero", dice Randhir, "este modelo no sólo nos dice cuáles son las amenazas, también podemos utilizarlo para saber qué posibilidades políticas serán más eficaces para ayudar a los elefantes africanos a sobrevivir."
En el caso de una especie como el elefante, que migra ampliamente a través de las fronteras nacionales, es especialmente importante comprender también cómo las diferentes políticas podrían afectar a las manadas futuras, de modo que los organismos de gestión puedan coordinar sus respuestas.
En concreto, Nampindo y Randhir concluyen que para hacer frente a las amenazas de la caza furtiva es necesaria una estrategia coordinada de gestión de la especie a escala nacional, regional y local. Es esencial que la lucha contra la caza furtiva esté bien financiada, pero también señalan la importancia de los programas comunitarios y la educación en los pueblos y aldeas de primera línea, donde es frecuente la interacción entre humanos y elefantes. El paisaje de la GVL también debe gestionarse adecuadamente para reducir el impacto de la fragmentación del hábitat, los incendios y las especies invasoras.
"Estos resultados son muy importantes para WCS", afirma Nampindo. "Si podemos hacer un buen trabajo protegiendo a los elefantes, nuestros esfuerzos repercutirán en otras especies, como los leones y los gorilas de montaña"
"En términos más generales", dice Randhir, "lo más emocionante de esta modelización dinámica de sistemas es que puede adaptarse a cualquier especie migratoria que se desplace a través de fronteras políticas, desde peces a aves o leones."
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