En Ecuador, cazar, vender o consumir carne de animales silvestres está prohibido por la ley. Alrededor del mundo, la extracción de animales silvestres de su hábitat natural para luego comercializarlos de manera ilegal como mascotas, alimentos exóticos, supuestos remedios medicinales, amuletos, objetos decorativos y de colección, alimenta el delito transnacional de tráfico de fauna silvestre.
Desde la campaña “Tu Casa No Es Mi Hábitat” queremos compartirte algunas razones por las que no deberías consumir carne de animales silvestres, no solo porque esta práctica es ilegal, amenaza la supervivencia de especies amenazadas y reduce los tamaños de las poblaciones silvestres, sino también porque al hacerlo puedes contraer enfermedades zoonóticas y no existen estudios científicos que avalen creencias de sus supuestos poderes curativos.
La cacería de animales silvestres produce una serie de impactos ecológicos y sociales negativos. Por eso, para entender los impactos de la cacería es necesario partir de dos premisas que la definen y diferencian. La cacería de subsistencia es aquella que la practican las poblaciones indígenas alrededor del planeta y permite el consumo de carne silvestre para estos grupos humanos que dependen del bosque para sobrevivir y no cuentan con otras alternativas de proteína animal para cubrir sus necesidades alimenticias.
Por otro lado, la cacería comercial es aquella que persigue beneficios económicos y se vincula a delitos como el tráfico de fauna silvestre que implica la comercialización ilegal de animales silvestres vivos, o sus partes constitutivas, que pueden ser sus pieles, dientes, plumas y/o carne.
Importante: Tienes que saber que todos los animales silvestres cumplen roles ecológicos muy importantes para el buen funcionamiento de los ecosistemas. La ausencia de una especie altera la dinámica del bosque y provoca cambios irreversibles que afectarán a la naturaleza y a todas las personas que dependemos de los servicios ecosistémicos que ella nos brinda y sustentan nuestra vida en el planeta.
Los animales silvestres que son rescatados del tráfico y comercio ilegal de fauna silvestre tienen muy pocas probabilidades de regresar a su hábitat natural, debido a que son un riesgo potencial para la salud de las demás poblaciones silvestres por ser portadores y transmisores de enfermedades zoonóticas. Además, porque pierden su capacidad de adaptarse y de sobrevivir por sí solos en el medio silvestre debido a la dependencia que desarrollan como consecuencia de la mascotización tras el contacto humano.
Por estas razones, no deberías comprar animales silvestres como mascotas ni consumir su carne.
La pandemia de Covid-19 que venimos atravesando desde hace aproximadamente dos años, aparentememte surgió en un mercado de animales vivos en Wuhan, China. La emergencia sanitaria que generó el colapso de los sistema de salud, la economía y millones de víctimas que perdieron su vida a nivel global, llevó a que China anunciará en febreo de 2020 la prohibición temporal para la compra, venta y consumo de animales silvestres.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes, que afectan al ser humano, son de origen animal. Por ello, es importante mantener la atención sobre las consecuencias en la salud pública que acarrearía continuar el comercio ilegal de animales silvestres y un posible incremento del riesgo de trasmisión de enfermedades zoonóticas.
¡Es momento de actuar! Por esto, te invitamos a informarte y compartir con tu comunidad esta información indispensable para evitar la pérdida de biodiversidad, la extinción de especies, la diseminación de enfermedades zoonóticas, y otras consecuencias que van en contra de nuestra salud y supervivencia como especie.