En París, líderes políticos, económicos y ambientales de todo el mundo participaron de la 4ta edición del encuentro One Planet Summit, organizado por el Presidente francés Emmanuel Macron, con el objetivo de asegurar compromisos a favor de la protección de la Biodiversidad ante el Cambio Climático.
Cristián Samper, Presidente y CEO de Wildlife Conservation Society (WCS), participó en la Cumbre One Planet, el pasado 11 de enero de 2021. Aquí su intervención:
“Los humanos hemos vivido en este planeta desde hace más de 200.000 años, y compartimos nuestro hogar con otros 10 millones de especies. El desarrollo de la agricultura, la revolución industrial y las nuevas tecnologías nos han permitido multiplicarnos y hoy vivimos casi 8.000 millones de personas. Ninguna otra especie ha tenido un impacto tan grande en el planeta y nuestra huella humana ha crecido exponencialmente durante el siglo pasado, hasta el punto de que solo el 23% de la superficie terrestre del planeta permanece salvaje hoy en día, también hemos impactado cada rincón del océano.
"Estos rápidos cambios amenazan la diversidad de la vida en la Tierra, y también nuestra propia supervivencia como especie. El informe de 2019 de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) confirmó que más de un millón de especies están amenazadas de extinción. Las principales causas directas son la transformación de los hábitats, la sobreexplotación de las especies, el cambio climático, la contaminación y las especies invasoras, todas ellas resultado de las actividades humanas.
"Una de las soluciones más importantes y probadas para esta crisis mundial son las áreas protegidas. Esta es una práctica que ha sido utilizada por los pueblos indígenas y las comunidades locales durante siglos, reservando áreas que tienen importantes valores naturales, culturales y espirituales. En décadas recientes los gobiernos han creado más y más áreas protegidas en tierra y mar, y hay pruebas fehacientes de que las áreas protegidas diseñadas y gestionadas de manera eficaz son fundamentales para la conservación de la biodiversidad, la mitigación del clima y el sostenimiento de los medios de vida locales. Un buen ejemplo de ello son las áreas marinas protegidas, que tienen una mayor biodiversidad y biomasa, algunas de las cuales se extienden a zonas adyacentes, con mejoras medibles tanto en la pesca como en los medios de vida locales.
"La Convención de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica adoptó las Metas Aichi en 2010. La Meta 11 se centra en las áreas protegidas, y uno de los objetivos principales era aumentar las áreas protegidas y otras zonas conservadas hasta cubrir el 17% de la tierra y el 10% del océano. En la última actualización de la Base de Datos Mundial sobre Áreas Protegidas se enumeran más de 258.000 zonas protegidas en todo el mundo, que cubren el 15% de la tierra y el agua dulce. Según la más reciente Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica, el mayor aumento se ha producido en las zonas marinas protegidas, que se han multiplicado por 10 desde el 2000 para cubrir hoy en día el 7,5% del océano, incluido el 17% de las áreas dentro de la jurisdicción nacional, pero solo el 1,2% de las áreas marinas fuera de la jurisdicción nacional. Los esfuerzos que se están realizando actualmente para crear más áreas protegidas en alta mar podrían multiplicar esta superficie y crear la mayor zona protegida del planeta, con resultados significativos para la biodiversidad.
"La buena noticia es que hemos logrado grandes avances en la declaración de áreas protegidas y otras zonas conservadas, y las hemos duplicado con creces en la última década. Sin embargo, la mayoría de las áreas protegidas no están bien gestionadas, no representan la diversidad de los ecosistemas; y muchas de ellas son demasiado pequeñas para ser viables a largo plazo, especialmente en vista del cambio climático. Sabemos que las áreas protegidas pueden tener un gran impacto positivo, y tenemos el conocimiento científico y la experiencia para saber cómo hacerlas más eficaces. Lo que necesitamos es una mayor ambición, el compromiso político y los recursos financieros para implementar acciones en tres frentes cruciales durante la próxima década:
Primero, la ciencia nos dice que debemos ampliar las zonas protegidas y otras medidas eficaces de conservación basadas en la superficie para que abarquen al menos el 30% de la tierra y el mar para 2030. Debemos identificar y proteger los ecosistemas con la mayor integridad, especialmente los bosques intactos y los arrecifes de coral que albergan el mayor número de especies. Necesitamos asegurarnos de no perder el 23% restante de las áreas silvestres y tomar medidas para proteger, restaurar y regenerar las áreas clave de biodiversidad y los ecosistemas con un alto grado de integridad. Me alientan los progresos logrados por muchos países en los últimos años, y el compromiso asumido por un gran número de países que forman parte de la coalición de gran ambición hacia este objetivo como parte del marco mundial de biodiversidad posterior a 2020.
En segundo lugar, debemos asegurarnos de que las áreas protegidas y otras áreas conservadas representen la diversidad de los ecosistemas y especies, y sean eficaces para la conservación a largo plazo. En pocas palabras, deben estar ubicadas en los lugares correctos y ser lo suficientemente grandes como para ser funcionales y sostener poblaciones viables de especies clave. La ciencia nos muestra que solo el 42% de las ecorregiones del planeta están bien representadas en áreas protegidas, y el 78% de todas las especies amenazadas no cuentan con la protección adecuada en este momento. Las mayores mejoras se han producido en los arrecifes de coral y los ecosistemas costeros, que han pasado de una representación inferior al 10% de las especies amenazadas hace una década a casi el 50% en la actualidad. Está claro que necesitamos expandir el número de áreas protegidas y conservadas; pero también debemos agrandarlas y mejorar la conectividad entre ellas y dentro de ellas. Esto es especialmente crítico dados los impactos que el cambio climático está teniendo en la distribución y migración de muchas especies.
"En tercer lugar, debemos asegurarnos de que estas áreas se gestionen de forma eficaz. Demasiadas áreas protegidas no cuentan con las personas o los recursos necesarios para garantizar su protección a largo plazo. Una revisión reciente de más de 45.000 áreas protegidas mostró que el 55% de ellas habían sufrido impactos humanos perjudiciales durante las últimas dos décadas. Necesitamos asegurar un financiamiento adecuado, fortalecer la capacidad de gestión, aumentar y capacitar a más personal y trabajar con los pueblos indígenas y las comunidades locales. También necesitamos desarrollar y desplegar nuevas tecnologías para mejorar el monitoreo y la aplicación de la ley, y debemos promover mecanismos de financiamiento sostenibles como el pago por servicios ecosistémicos como el carbono y el agua. Me alientan nuevos esfuerzos como el Blue Action Fund y el programa Legacy Landscapes, diseñados para apoyar la gestión eficaz de las áreas protegidas a largo plazo a través de asociaciones, y Wildlife Conservation Society se complace en ser uno de esos asociados.
"... Sabemos que las pandemias de origen zoonótico como la COVID-19 están directamente relacionadas con el comercio de vida silvestre y el aumento de la interfaz entre humanos y la fauna y flora silvestres causado por la deforestación y la degradación de los bosques. También sabemos que la deforestación es una de las principales causas de las emisiones de gases de efecto invernadero, y que más de un tercio de la solución para la mitigación del clima puede provenir de soluciones basadas en la naturaleza. Las áreas protegidas y conservadas son el núcleo de la solución: pueden ayudar a proteger la biodiversidad, reducir el cambio climático y ayudar a prevenir futuras pandemias de origen zoonótico. También apoyan los medios de vida y el bienestar de millones de personas, y son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Son los baluartes de la naturaleza, y son clave para nuestro futuro y la supervivencia de la vida en la Tierra.
"Algunos de ustedes vieron la poderosa declaración de Sir David Attenborough en su película más reciente, "Una vida en este planeta", en la que muestra los cambios que han tenido lugar en su vida. Su voz y su mensaje han inspirado a millones de personas, incluyendo a muchos de los que estamos hoy aquí reunidos.
En la película afirma: "... Debemos trabajar con la naturaleza, en lugar de contra ella....
Tenemos que pasar de estar separados de la naturaleza a ser parte de ella...
Y si cuidamos de la naturaleza, la naturaleza nos cuidará a nosotros"."Tenemos una visión compartida y necesitamos adoptar un objetivo global para detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030, y las áreas protegidas y conservadas deben estar en el centro de ello. En Wildlife Conservation Society estamos dispuestos a trabajar con gobiernos, los organismos multilaterales, el sector privado y la sociedad civil para construir un futuro sostenible que sea positivo para la naturaleza y neutral en cuanto al carbono, en beneficio de las personas y el planeta".
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