En el Día Internacional de los Primates que se celebra cada 1 de septiembre, te recordamos esta acción.
Desde hace quince años, WCS Ecuador mantiene un programa de monitoreo de mamíferos, que incluye primates en el Parque Nacional Yasuní (PNY), con el objetivo de evaluar el impacto de la cacería comercial en esta zona considerada uno de los lugares más biodiversos del mundo. Estos estudios se realizaron gracias al apoyo de financistas como Margoth Marsh Biodiversity Foundation, The Moore Foundation y USFWS – Wildlife Without Borders.
© Rubén Cueva/WCS Ecuador - Se estima que en el PNY existen doce especies de monos.
El Parque Nacional Yasuní no solo es importante por la flora y fauna única que alberga, sino además por ser el hogar de los últimos pueblos indígenas en aislamiento voluntario de Ecuador. La zona del PNY representa un escenario complejo para la conservación debido a los distintos impactos que enfrenta en su interior a causa del desarrollo de actividades como la industria petrolera, minera y forestal, las construcciones de vías terrestres, y otras actividades ilegales como son la cacería comercial y el tráfico de vida silvestre.
En la Amazonía la apertura de vías para facilitar la extracción de petróleo también contribuye al acceso a áreas naturales que antes se encontraban aisladas para cazadores ilegales; estas situaciones provocan efectos ecológicos negativos como la fragmentación de los ecosistemas, la dispersión de especies exóticas, la destrucción de hábitats naturales y la reducción de la biodiversidad.
El monitoreo realizado por WCS Ecuador en el PNY ha generado información sobre ocho especies de primates: chichico de manto dorado, machín blanco, mono ardilla, tití rojo, saki del Napo, aullador rojo, mono araña, chorongo.
Desde el 2005, WCS Ecuador ha levantado información en campo sobre mamíferos del Parque Nacional Yasuní, con el propósito de evaluar cambios poblacionales de estas especies. Tras quince años de este estudio y en comparación a una línea base, la investigación ha logrado establecer que la comunidad de primates se ha reducido en un 70% en zonas de cacería., adicionalmente, las poblaciones de monos se han reducido en un 51% desde el 2005.
Según datos del estudio, la cacería comercial se ha convertido en una de las principales amenazas para las especies de monos en el Yasuní. Esta actividad es consecuencia de la construcción de carreteras, y se realiza para satisfacer la demanda ilegal de carne de monte y el tráfico de vida silvestre.
La cacería comercial es aquella caza que se realiza con fines lucrativos y para abastecer la demanda ilegal de carne de monte que se da en algunas zonas de la Amazonía. Esta práctica es distinta a la cacería de subsistencia que realizan las poblaciones indígenas, quienes lo hacen con el objetivo de conseguir proteína para su alimentación básica, actividad legal y legítima, que se realiza en los territorios de los pueblos indígenas.
De acuerdo al estudio, los monos araña y chorongo reflejan ser las especies más afectadas en lo que se refiere la reducción de sus poblaciones. Por ejemplo, en zonas libres de cacería, se estima existen 23 ejemplares de chorongo por km², en tanto que en zonas donde existe cacería solo se registraron 8 ejemplares de esta especie. En el caso del mono araña, 18 individuos por cada km² fueron avistados en zonas sin cacería, mientras que en las áreas de cacería se detectaron sólo 2 individuos por km².
Los resultados también sugieren que los monos araña y chorongo podrían ser consideradas especies funcionalmente extintas, lo que no significa que han desaparecido, sino que ya no cuentan con el suficiente número de individuos para desempeñar sus funciones ecológicas, por ejemplo, la dispersión de semillas. Se considera que una población es ecológicamente funcional, cuando es lo suficientemente grande para tener un efecto positivo en el funcionamiento de los ecosistemas.
Por otro lado, el estudio estima que el mono machín blanco presenta una disminución en sus poblaciones, lo que se puede relacionar con la cacería de subsistencia en la zona. Para el caso del mono ardilla y machin blanco podría existir la ruptura de un mecanismo de facilitación entendida como un tipo de interacción ecológica donde dos especies tienen una relación que beneficia a al menos una, y no causa daño a ninguna de ellas.
En el contexto de la emergencia sanitaria que se vivió alrededor del mundo por la pandemia de Covid-19, es importante recordar que la salud y el bienestar humano dependen de la buena salud y conservación de los ecosistemas , así como del uso sostenible de la biodiversidad. Por eso, te invitamos a revisar el Plan de acción para la conservación de los primates del Ecuador en nuestra biblioteca virtual.
No olvides revisar la publicación infantil sobre este estudio: ¿Qué está pasando con los monos del Parque Nacional Yasuní?
#JuntosPorLaVidaSilvestre 💚💙