El caimán negro (Melanosuchus niger) es un reptil carnívoro de la familia Alligatoridae, llamado así por el color oscuro de su piel cuando es adulto. Vive en lagos, ríos de movimiento lento y otros hábitats de agua dulce de América del Sur, principalmente en la cuenca del Amazonas. Puede alcanzar un tamaño de hasta 4 metros, pero se han registrado individuos que miden 6 metros de longitud. El caimán negro es el mayor depredador en el ecosistema del Amazonas, es un cazador nocturno, que se apoya en su agudo sentido de la vista y de la audición para encontrar comida.
Los individuos adultos no tienen depredadores conocidos; sin embargo, cuando son crías son vulnerables a ser cazados por roedores, coatíes, aves y otros animales. Las hembras de esta especie se reproducen solo una vez cada 2-3 años, y ponen, en promedio, de 30-60 huevos a la vez. Aunque las caimanes madre protegen sus nidos, muy pocas crías sobreviven hasta la edad adulta.
Amenazas
El caimán negro está catalogado como una especie Vulnerable (VU) en Ecuador y como de Preocupación Menor (LC) en la lista roja de la UICN. Durante décadas, estuvo en alto peligro de extinción debido a la caza extensa por su valiosa piel, que se inició en la década de 1940 y culminó con la reducción de la población en un 99%. Hoy en día, debido a la legislación que restringe la caza, el caimán negro ha experimentado una recuperación sustancial de su población. Sin embargo, todavía es vulnerable a la caza ilegal y pérdida y fragmentación del hábitat.